El Gimnasio Altaír de la Sabana posee una comunidad educativa muy activa y alerta ante la diversidad de situaciones que a diario se presentan tanto en el ambiente familiar como en el escolar.Ante todo, prima para ellos y para nosotros, la vivencia de los valores, como única medida que contribuirá a que la familia y el Gimnasio sean los pilares fundamentales en el buen obrar de cada persona. Como un apoyo decisivo a la vivencia y como faros que iluminan el sendero a seguir estará el equipo técnico del área formativa constituida por la educación ética y en valores humanos, la filosofía y la religión; sin negar que sea todo el equipo completo quien interactúa de manera interdisciplinaria para constituirse en soporte de la formación integral del educando. Las virtudes se enfocan desde sus tres dimensiones: sobrenatural o teologal, cardinal o moral y humana. Sin embargo, mencionaremos ahora aquellas virtudes que consideramos de apoyo y trascendencia para lograr que la estadía y convivencia en este centro escolar sea de amor y verdadera felicidad para la educación de los hijos, siempre haciendo uso de su libertad con responsabilidad. Hacen parte de este propósito los siguientes valores:
1. EL RESPETO: acepto a los demás tal y como son, para de esa manera exigir mi aceptación, procurando beneficiarme y no perjudicarme, ni a los demás de acuerdo con sus derechos, su condición y con sus circunstancias.Se adquiere aceptando que cada uno de nosotros tiene diferencias. Además, debemos reconocer a cada uno por lo que es, y no por lo que tiene.
2. LA OBEDIENCIA: se vive aceptando y asumiendo como decisiones propias, las de quien tiene y ejerce la autoridad, realizar con prontitud lo decidido, actuando con empeño para interpretar fielmente la voluntad del que manda. El niño y la niña lo adquieren captando y haciendo cada vez lo que le ordenan hacer. Es importante y prioritario que los padres cumplan con los premios y también con los castigos y prohibiciones para no perder la autoridad con los hijos.
3. LA PRUDENCIA: es la virtud que hace prever y evitar el mal, es una virtud que dirige nuestro entendimiento y nos hace actuar con circunspección y recato. Si nos falta la prudencia podemos llegar a la indecisión (imprudencia).
4. EL ORDEN: esta virtud nos conduce a comportarnos de acuerdo con unas normas lógicas, necesarias para el logro de algún objetivo deseado y previsto, en la organización de las cosas, en la distribución del tiempo y en la realización de las actividades con iniciativa propia, sin que sea necesario que se lo recuerden.
5. LA RESPONSABILIDAD: es una virtud humana que nos enseña a hacer las cosas lo mejor posible, con alegría, con ganas de hacerlo asumiendo las consecuencias de nuestros actos sean o no intencionados de modo que los demás queden beneficiados lo más posible, o por lo menos no perjudicados.
6. LA JUSTICIA: es una de las virtudes cardinales que inclina nuestra voluntad a darle a cada uno lo que le pertenece, de acuerdo con el cumplimiento de sus deberes y de sus derechos como personas, como padres, como ciudadanos, como profesionales, como gobernantes y además, intenta que los demás hagan lo mismo.
7. LA TOLERANCIA: esta virtud nos da la indulgencia, respeto y consideración
hacia las maneras de pensar, de actuar y de sentir de los demás; aunque estas
sean diferentes a las nuestras. Esta es considerada la virtud más útil en la
convivencia social, y será nuestro ambiente altaírense el que permita su manejo y
uso para sortear muchas situaciones.
8. LA LEALTAD: es el sentido del respeto a los vínculos y a los valores a los cuales nos hemos adherido libremente. Se adquiere diciendo la verdad con valor y claridad, asumiendo los riesgos que implica. También se adquiere evitando la vaguedad y la indecisión ante los compromisos por ejemplo: “un día de estos”, “voy a hacer lo posible”, “por allá te caigo”.
9. LA FE: virtud sobrenatural por la que movidos y ayudados de la gracia de Dios, creemos como verdadero lo que Él ha revelado. Sin la fe nuestra vida quedaría muy limitada, lo mismo que nuestros conocimientos, nos faltaría el nivel de lo sobrenatural y, por lo tanto, la tercera dimensión de nuestra vida.
10. EL PUDOR: esta virtud humana nos enseña a reconocer el valor de nuestra intimidad y respetar el de los demás, a tener vergüenza de exhibir nuestro cuerpo desnudo ante otros, y a sostener conversaciones que inciten al sexo o costumbres
impropias.
11. LA SOBRIEDAD: distingue sobre lo que es razonable y lo que es inmoderado. Invita a utilizar razonablemente los cinco sentidos, de acuerdo con criterios rectos y verdaderos. También te ayuda a cuidar tu comportamiento habitual en él hablar, en el vestir y en el actuar, para que reconozcan como somos.Se puede adquirir, aprendiendo a valorar lo que poseemos y lo que podamos poseer, aprendiendo a dominar nuestros caprichos, aprendiendo a hablar, vestir y actuar de manera prudente.
12. LA ALEGRÍA Y OPTIMISMO: esta virtud humana nos induce a confiar razonablemente en nuestras propias posibilidades y en la ayuda que nos puedan prestar los demás. También, a afrontar las situaciones con realismo buscando siempre lo positivo antes que lo negativo. Es una virtud que se adquiere:
a. Pensando que todo problema o inconveniente tiene una solución lógica.
b. Enfrentando las dificultades con buena cara.
c. Actuando siempre con una sonrisa a
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